Chalchiuhtlicue

Chalchiuhtlicue

El respeto hacia las fuerzas de la naturaleza ha acompañado a la humanidad desde tiempos ancestrales. De hecho, en la cultura azteca los padres inculcaban a sus hijos el amor por el ecosistema, en particular el agua, rindiendo así tributo a Chalchiuhtlicue.

Las leyendas que rodean a Chalchiuhtlicue  son tan interesantes que merece la pena dar un recorrido por la historia. Conocer un poco más sobre esta importante diosa es trasladarse hacia épocas lejanas donde las corrientes de agua podrían determinar la salvación o la destrucción de la humanidad.

Fertilidad, protección a navegantes, vínculos con recién nacidos y madres, maremotos, destrucción, y más… Son algunas de las responsabilidades que se le han atribuido a esta representativa figura a lo largo de los años.

¿Quién era Chalchiuhtlicue?

Chalchiuhtlicue

Chalchiuhtlicue fue una figura muy representativa de la mitología mexica o azteca. Conocida como «diosa de las corrientes de agua», protectora de los navegantes y patrona de los bautizos. Una deidad que formaba parte esencial en los ritos agrícolas para fecundar la tierra.

En los registros históricos también aparece como esposa del «dios de la lluvia», Tláloc. Destacó entre las figuras femeninas, ya que los navegantes del México antiguo le rendían tributo al momento de emprender la navegación costera.

El papel de la diosa del agua para la humanidad

Para la mitología azteca, la existencia de Chalchiuhtlicue era vital. Sin ella, estaría en riesgo la vida de los pobladores y los cultivos, por el hecho de que no tendrían forma de regar sus tierras, y hasta podrían morir de sed.

Algunos creyentes la consideraban como la «diosa del amor», con muchas cualidades: amable y piadosa, especialmente con los niños y madres. Mientras que otros, temían de su poder para destruir el mundo.

Chalchiuhtlicue tenía en sus manos la capacidad para controlar desastres naturales, como maremotos, tsunamis o inundaciones. De forma tal que se evitaba a toda costa las ofensas, ya que esto resultaría en la destrucción de la región azteca.

La figura de Chalchiuhtlicue

De rasgos hermosos, vestimenta colorida y elegante, así es el aspecto de Chalchiuhtlicue. Lo que más destaca es su falda, de un color esmeralda, como representación de mares, ríos, océanos, lagos, y toda corriente de agua.

También se puede apreciar en su llamativa falda las figuras de niños y niñas, haciendo alusión a su importante papel en los nacimientos.

El mito de los cinco soles

Alrededor de la «diosa del agua» existe un mito aún más sorprendente. Este habla sobre un enorme diluvio, cuya acción llevó a la transformación de la humanidad en peces.

Lo que se dice al respecto es que el mundo estaba en una era de creación, en particular una quinta versión con un pueblo y sol en particular. Cada intento representaba el fracaso de los dioses; solo Chalchiuhtlicue triunfó.

Una ola de ira se apoderó de la diosa y atacó su blando corazón, ocasionando que esta llorara sin parar, causando un diluvio con sus lágrimas. Como consecuencia, los cielos se derrumbaron; hasta que un día, el desastre cesó.

Culto y adoración a Chalchiuhtlicue

Debido al fuerte arraigo a la figura de Chalchiuhtlicue, los pobladores de la época rendían tributos para agradecer sus bondades y, por supuesto, evitar que se ofendiera.

Entre las diversas tradiciones, destacan la creación de esculturas para honrarla, generalmente elaboradas en piedra verde. Un ejemplo de ello, es la enorme figura que se encuentra en Teotihuacan, cuyo peso se aproxima a 20 toneladas.

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